El ciclo de Carnot es un ciclo termodinámico que se produce en un
equipo o máquina cuando trabaja absorbiendo una cantidad de calor Q1 de una fuente de
mayor temperatura y cediendo un calor Q2 a la de menor temperatura produciendo
un trabajo sobre el exterior.
El rendimiento de este ciclo viene
definido por:
n = 1 –
T2/T1
y, como se
verá adelante, es mayor que el producido por cualquier máquina que funcione
cíclicamente entre las mismas fuentes de temperatura. Una máquina
térmica que realiza este ciclo se
denomina máquina
de Carnot.
Como todos los procesos que
tienen lugar en el ciclo ideal son reversibles, por lo que el ciclo puede
invertirse y la máquina absorbería calor de la fuente fría y cedería calor a la
fuente caliente, teniendo que suministrar trabajo a la máquina. Si el objetivo
de esta máquina es extraer calor de la fuente fría (para mantenerla fría) se
denomina máquina frigorífica, y si es ceder calor a la
fuente caliente, bomba de calor.
Fue publicado por Sadi Carnot en
1824 en su único libro Réflexions
sur la puissance motrice du feu et sur les machines propres à développer cette
puissance1
[Reflexiones sobre la potencia motriz del fuego y sobre las máquinas propias a
desarrollar esta potencia] y permitió abrir el camino para la formulación de
la segunda ley de la termodinámica.
El ciclo de Carnot consta de cuatro etapas:
dos procesos isotermos (a temperatura constante)
y dos adiabáticos (aislados térmicamente). Las aplicaciones del Primer principio de la termodinámica están
escritos acorde con el Criterio de signos termodinámico.
Expansión isoterma: (proceso 1 → 2 en el diagrama) Se parte de
una situación en que el gas se encuentra al mínimo volumen del ciclo y a
temperatura T1 de la fuente caliente. En este estado se
transfiere calor al cilindro desde la fuente de temperatura T1,
haciendo que el gas se expanda. Al expandirse, el gas tiende a enfriarse, pero
absorbe calor de T1 y mantiene su temperatura constante. Al
tratarse de un gas ideal, al no cambiar la temperatura tampoco
lo hace su energía interna, y despreciando los cambios en
la energía potencial y la cinética, a partir de la 1.ª ley de la termodinámica se ve
observa que todo el calor transferido es convertido en trabajo:
Desde el
punto de vista de la entropía, ésta aumenta en este proceso: por definición, una
variación de entropía viene dada por el cociente entre el calor transferido y
la temperatura de la fuente en un proceso reversible: . Como el proceso es
efectivamente reversible, la entropía aumentará
Expansión adiabática: (2 → 3) La expansión isoterma termina en un
punto tal que el resto de la expansión pueda realizarse sin intercambio de
calor. A partir de aquí el sistema se aísla térmicamente, con lo que no hay
transferencia de calor con el exterior. Esta expansión adiabática hace que el
gas se enfríe hasta alcanzar exactamente la temperatura T2 en
el momento en que el gas alcanza su volumen máximo. Al enfriarse disminuye su
energía interna, con lo que utilizando un razonamiento análogo al anterior
proceso:
Esta vez, al no haber transferencia de calor,
la entropía se mantiene constante:
Compresión isoterma: (3 → 4) Se pone en contacto con el sistema
la fuente de calor de temperatura T2 y el gas comienza a
comprimirse, pero no aumenta su temperatura porque va cediendo calor a la
fuente fría. Al no cambiar la temperatura tampoco lo hace la energía interna, y
la cesión de calor implica que hay que hacer un trabajo sobre el sistema:
Compresión adiabática: (4 → 1) Aislado térmicamente, el sistema
evoluciona comprimiéndose y aumentando su temperatura hasta el estado inicial.
La energía interna aumenta y el calor es nulo, habiendo que comunicar un
trabajo al sistema:
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